viernes, 21 de noviembre de 2014




Profesor


Un profesor universitario retó a sus alumnos con esta pregunta. 
-¿Dios creó todo lo que existe? 

Un estudiante contestó valiente: 
-Sí, lo hizo. 
-¿Dios creó todo? 
-Sí señor, -respondió el joven.
 

El profesor contestó, 
-Si Dios creó todo, entonces Dios hizo el mal, pues el mal existe y bajo el precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo. 

El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado una vez más que la fe cristiana era un mito. Otro estudiante levantó su mano y dijo: 
-¿Puedo hacer una pregunta, profesor?. 
-Por supuesto, -respondió el profesor. 

El joven se puso de pie y preguntó: 
-¿Profesor, existe el frío?, 
-¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha tenido frío?. 

El muchacho respondió: 
-De hecho, señor, el frío no existe. Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en realidad es ausencia de calor. “Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor”. Y, ¿existe la oscuridad? -continuó el estudiante. 

El profesor respondió: 
-Por supuesto. 

El estudiante contestó: 
-Nuevamente se equivoca, señor, la oscuridad tampoco existe. La oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no. Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuan oscuro está un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no hay luz presente. 
Finalmente, el joven preguntó al profesor: 
-Señor, ¿existe el mal?. 

El profesor respondió: 
-Por supuesto que existe, como lo mencioné al principio, vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son del mal. 

A lo que el estudiante respondió: 
-El mal no existe, señor, o al menos no existe por si mismo. El mal es simplemente la ausencia de Dios, es, al igual que los casos anteriores un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia de Dios. Dios no creó el mal. No es como la fe o el amor, que existen como existen el calor y la luz. El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones. Es como resulta el frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz. 

Entonces el profesor, después de asentar con la cabeza, se quedó callado.


El nombre del joven era Albert Einstein. 

Texto para ORAR en Semana 34 del Tiempo Ordinario
Ciclo “A” 2014


Cristo Rey: La Misericordia es la Ruta Hacia la Salvación

 [Del domingo 23 al sábado 29 de noviembre]

En la última semana del Tiempo Ordinario celebramos a “Cristo Rey”, y la Liturgia ha reservado para esta semana la parábola de Juicio a las Naciones con el propósito de invitarnos a reflexionar que la misericordia es la clave del discernimiento práctico y concreto que nos pone en la ruta hacia la plenitud humana y hacia la salvación.
El Evangelio de Mateo (25, 31-46) nos sorprende con una parábola que rebasa el concepto de parábola, convirtiéndose en una auténtica regla para discernir nuestra capacidad de amar y servir.
El discernimiento nos coloca en sintonía con Dios y nos ayuda a descubrir lo que Él quiere en nuestras vidas. El discernimiento es como el olfato fino que permite distinguir lo que es conveniente cambiar de lo que es necesario mantener o profundizar. Con el discernimiento conocemos las sutilezas de los componentes de la vida.
Para Jesús y también para toda persona sensata, está claro que la mayor precariedad a la que puede estar sometida una persona es el hambre, la sed, la intemperie, la desnudez, la enfermedad y la prisión. Más aún, esta séxtuple precariedad puede multiplicarse, puesto que cada una de ellas tiene modalidades muy sutiles y, por eso mismo, mucho más destructivas. Tan sólo imaginemos que al hambre de alimentos se le añada el hambre de afecto, de ternura, de valoración, de verdad, etc.
¿Cómo va a sorprendernos que Jesús presente la Compasión como el criterio que decidirá la calidad y profundidad de nuestras vidas, y como la condición para nuestra identificación con Él? ¿Cómo va a extrañarnos que Jesús se presente identificado con todos los pobres y desdichados del mundo?
Este Evangelio no sólo se refiere al final de los tiempos, sino al aquí y ahora de nuestra existencia, que es donde se decide nuestro futuro último. Por ello invita a ser misericordiosos, a que convirtamos la misericordia en nuestra pauta de acción. En nuestra matriz de actuación.
La misericordia delata el nivel y la calidad de nuestra verdad. Nadie podrá excusarse de practicar la misericordia, ni podrá pensar que no le toca algo de esta regla del amor eficaz que abre las puertas de la plenitud humana y a la salvación.
Que el Rey de la Misericordia nos diga a todos “vengan, benditos de mi Padre y tomen posesión del Reino preparado desde la creación del mundo", porque dimos de comer al hambriento, de beber al sediento, hospedaje al forastero, vestimos al desnudo, y atendimos al enfermo.


Momento Preparatorio: LEO EL EVANGELIO

EVANGELIO DE MATEO (25, 31-46)

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos los ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante Él todas las naciones, y Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas y las cabras, y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, fui forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, en la cárcel y vinieron a verme.
Y los justos le contestarán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te fuimos a ver? Y el rey les dirá: Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron.
Entonces dirá también a los de su izquierda: Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron.
Y también éstos contestarán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, o enfermo o encarcelado y no te asistimos? Y él les replicará: Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con alguno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna. Palabra de Dios.

1er  Momento: A LO QUE VENGO

Inicio mi encuentro con el Señor escogiendo un sitio apropiado para mi oración.
Al llegar al sitio, en forma breve y sencilla considero la calidad de la mirada de Dios Nuestro Señor sobre mí.

Y me digo a mí mismo:

¿A QUÉ VENGO?

Vengo a disponerme para practicar la misericordia.

[ Al final, rezo el Padrenuestro, saboreando cada palabra ]

2do  Momento: PACIFICACIÓN

·         Ya sea sentado, paseando, acostado o reposado; tanto en casa, como en el parque o la Iglesia me sereno para que esta cita con Dios tenga lugar.
·         Me acomodo con una posición que me ayude a concentrarme-descentrarme-centrarme, implicando todo mi ser.
·         Al ritmo de la respiración, doy lugar al silencio. 
[Una y otra vez repito este ejercicio].


3er  Momento: ORACIÓN PREPARATORIA

[NOTA: La oración preparatoria siguiente me ayuda a experimentar libertad de apegos. La repito tantas veces como quiera, dejando que resuene en mi mente y en mi corazón]

Señor, que todas mis intenciones, acciones y procesos interiores,
estén totalmente ordenados a cumplir tu voluntad.

4to  Momento: COMPOSICIÓN DEL LUGAR

[ NOTA: Este paso es muy especial y merece realizarse con esmero. Le dedico unos 10 minutos]
1°) Centro mi pensamiento en el contenido de la Oración.
2°) Con la imaginación revivo lo que relata el pasaje bíblico, sin perder detalle.
3°) Me ubico en la escena como si presente me hallara.
4°) Dejo que la Palabra irradie su luz sobre mí.

5to  Momento: PETICIÓN

[En forma sencilla formulo mi petición. Dejo que mi petición salga de dentro. Que nazca de lo más hondo de mi vida]

Señor, que nunca me falte libertad y generosidad para actuar con misericordia.

(Si me ayuda, puedo decir varias veces la petición)

6to  Momento: CONTENIDO o MATERIA DE LA ORACIÓN

6.1) Reflexiono lo que BLOQUEA mi Ruta hacia la Salvación
] A quien esté bloqueado en su dureza, girando sobre sus mismos conceptos y criterios, Jesús le dirá: sal de ti y atrévete a romper tus falsas seguridades, de tal modo que tu relación aporte algo nuevo, ya sea alegría, compañía, comida, cobijo, etc.

6.2) Reflexiono lo que DISPERSA mi Ruta a la Salvación
] A quien esté muy concentrado en sus múltiples ocupaciones, Jesús le dirá: nunca pierdas la ocasión de dar una mano a quien la necesita, porque cada persona con la que te topas a diario y especialmente si es pobre, es condición indispensable para tu felicidad y para tu salvación.

6.3) Reflexiono lo que SUSTENTA mi Ruta a la Salvación
] A quien esté atento a las cosas de Dios, también le dirá Jesús: no te canses ni desistas de tu amor y de tu servicio. Incluso, si se te hace difícil o se cierran las puertas, inventa siempre el modo de “en todo amar y servir”.


7mo  Momento: COLOQUIO

[NOTA: El coloquio es un diálogo que se hace hablando como un amigo habla a otro, ya sea para pedir alguna gracia, ya sea reconociendo la fragilidad o el pecado, o para comunicar sus cosas, y queriendo consejo en ellas.]
(El texto sugerido puede ser útil para el COLOQUIO).

Encuentro

Un pobre forastero vi por mi camino al pasar. Su ruego con tanto afán, no lo puede rechazar. Su nombre, también su origen, no tuve que preguntar. Tan sólo con su mirada nada más tuve que amar.
El pan, escaso para mí, comía cuando él llegó. Los dos comimos de ese pan, que en manjar se convirtió. El agua del manantial, burlar su sed pareció. Yo di mi agua, y con ella me di yo. Y mi sed, también mi pena, al fin desapareció.
Al forastero vi ante mí. Su identidad reveló. En sus marcas y sus manos reconocí al Salvador. Me dijo: “Te recordaré”. Por mi nombre me llamó. “A tu prójimo ayudaste y así serviste a tu Señor”.
(Cf. James Montgomery, 1771-1854)


8vo  Momento: EXAMEN DE LA ORACIÓN

Nota: Las siguientes interrogantes ayudan a centrar la experiencia vivida en la Oración.
1°)   ¿Qué pasó en mí durante esta Oración?
2°)   ¿A través de cuáles señales me habló Dios?
3°)   ¿Qué me distrajo en la Oración?
4°)   ¿Qué me produjo desaliento o desconfianza en la Oración?
5°)   ¿Qué se quedó grabado en mí?
6°)   ¿Qué quiero cambiar en mi vida?

Termino la Oración con la Siguiente Ofrenda
Toma, Señor, y recibe, toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer. Tú me lo diste, a ti, Señor lo devuelvo.
Todo es tuyo. Dispón de mí según tu voluntad.
Dame tu amor y gracia que ésta me basta. Amén
Centro de Espiritualidad y Pastoral

Aportes para la HOMILÍA del domingo 19 de Noviembre de 2014
Domingo 34 del Tiempo Ordinario – Ciclo “A”





Cristo Rey – Señor de la Misericordia: La Ruta Hacia la Salvación

[Mateo 25, 31-46]

En la última semana del Tiempo Ordinario celebramos a “Cristo Rey”, y la Liturgia ha reservado para esta semana la parábola de Juicio a las Naciones con el propósito de invitarnos a reflexionar que la misericordia es la clave del discernimiento práctico y concreto que nos pone en la ruta hacia la plenitud humana y hacia la salvación.
El Evangelio de Mateo (25, 31-46) nos sorprende con una parábola que rebasa el concepto de parábola, convirtiéndose en una auténtica regla para discernir nuestra capacidad de amar y servir.
El discernimiento nos coloca en sintonía con Dios y nos ayuda a descubrir lo que Él quiere en nuestras vidas. El discernimiento es como el olfato fino que permite distinguir lo que es conveniente cambiar de lo que es necesario mantener o profundizar. Con el discernimiento conocemos las sutilezas de los componentes de la vida.
Para Jesús y también para toda persona sensata, está claro que la mayor precariedad a la que puede estar sometida una persona es el hambre, la sed, la intemperie, la desnudez, la enfermedad y la prisión. Más aún, esta séxtuple precariedad puede multiplicarse, puesto que cada una de ellas tiene modalidades muy sutiles y, por eso mismo, mucho más destructivas. Tan sólo imaginemos que al hambre de alimentos se le añada el hambre de afecto, de ternura, de valoración, de verdad, etc.
¿Cómo va a sorprendernos que Jesús presente la Compasión como el criterio que decidirá la calidad y profundidad de nuestras vidas, y como la condición para nuestra identificación con Él? ¿Cómo va a extrañarnos que Jesús se presente identificado con todos los pobres y desdichados del mundo?
Este Evangelio no sólo se refiere al final de los tiempos, sino al aquí y ahora de nuestra existencia, que es donde se decide nuestro futuro último. Por ello invita a ser misericordiosos, a que convirtamos la misericordia en nuestra pauta de acción. En nuestra matriz de actuación.
La misericordia delata el nivel y la calidad de nuestra verdad. Nadie podrá excusarse de practicar la misericordia, ni podrá pensar que no le toca algo de esta regla del amor eficaz que abre las puertas de la plenitud humana y a la salvación.
Que el Rey de la Misericordia nos diga a todos “vengan, benditos de mi Padre y tomen posesión del Reino preparado desde la creación del mundo", porque dimos de comer al hambriento, de beber al sediento, hospedaje al forastero, vestimos al desnudo, y atendimos al enfermo.




Podemos terminar con el texto siguiente


Encuentro

Un pobre forastero vi por mi camino al pasar. Su ruego con tanto afán, no lo puede rechazar. Su nombre, también su origen, no tuve que preguntar. Tan sólo con su mirada nada más tuve que amar.
El pan, escaso para mí, comía cuando él llegó. Los dos comimos de ese pan, que en manjar se convirtió. El agua del manantial, burlar su sed pareció. Yo di mi agua, y con ella me di yo. Y mi sed, también mi pena, al fin desapareció.
Al forastero vi ante mí. Su identidad reveló. En sus marcas y sus manos reconocí al Salvador. Me dijo: “Te recordaré”. Por mi nombre me llamó. “A tu prójimo ayudaste y así serviste a tu Señor”.

(Cf. James Montgomery, 1771-1854)

viernes, 14 de noviembre de 2014




Aportes para la HOMILÍA del domingo 16 de Noviembre de 2014
Domingo 33 del Tiempo Ordinario – Ciclo “A”


Multiplicar Talentos para Participar sin Miedo en la Alegría de Dios

[Mateo 25, 14-30]

Estamos ya en la Semana 33 del Tiempo Ordinario, muy próximos al Adviento, y la Liturgia nos invita, con la parábola de los talentos, a profundizar nuestra capacidad de multiplicar el don de Dios.
El Evangelio (Mt, 25,14-30) comienza diciendo que el Reino de los Cielos se parece a un hombre que iba de viaje a tierras lejanas y que antes de partir llamó a los de su confianza para encargarle sus bienes. Y sorprende este comienzo evangélico, porque Jesús está comparando la actuación del señor de aquellos bienes con la actuación del Señor del Reino de los Cielos. Con lo que nos revela a un Dios que se fía de las personas. Un Dios que sin ningún miramiento se ha arriesgado y se sigue arriesgando a entregarnos lo que es suyo.
A cada uno se le entregó una cantidad de talentos. Y casi no tendría importancia la cantidad, sino fuera por el planteamiento de que los talentos se entregaron a cada cual según su capacidad. De ahí que no podemos pasar por alto lo que significa talento, más aún cuando Jesús le da tanta importancia para la relación con Dios.
La palabra talento tiene un doble significado: 1°) El cuantitativo, que se refiere al valor monetario. Ya en la época de Cristo un talento equivalía a unos 21,600 Kg. de plata, y eso era (y es hoy) mucho dinero. 2°) El cualitativo, que habla del talento como el potencial que puede tener una persona en el desarrollo de un conjunto de habilidades/competencias. Por eso es muy importante que cada uno discierna los talentos que tiene y los que no, para que acierte en su productividad.
Los tres amigos del señor de los talentos tenían la encomienda de responsabilizarse de los talentos recibidos. Dos de ellos los multiplicaron, incluso consiguieron duplicarlos. El tercero de ellos, el que tenía un solo talento, se paralizó por el miedo a su señor y escondió el talento. Una actitud que puede estar latente en nosotros: ¿Tenemos miedo al Señor de la Vida? ¿Nuestros talentos están afectados por la conformidad, o las ataduras del pasado, o por la falsa prudencia?
Con esta preciosa parábola nos invita Jesús a cultivar la capacidad de riesgo y de audacia para multiplicar de modo creativo los dones que Dios nos da. Porque de la multiplicación y uso fecundo de nuestros talentos depende realmente que se consolide nuestra cooperación con Dios, y también depende la realización personal y solidaria a la que estamos llamados.
Los talentos de los que habla el Evangelio son los dones personales, pero no sólo para el provecho individual. Por suerte la parábola nos ayuda a vencer esta tentación cuando felicita tanto al de 5 como al de 2 talentos, diciéndoles: siervo bueno y fiel, puesto que has sido fiel en lo poco, te confiaré mucho más; entra a tomar parte en la alegría de tu señor. Y es así, porque todo logro es un logro compartido. Es fruto del don propio, pero un logro alcanzado con la intervención de otros.
Es el mismo Dios quien toma la iniciativa de invitarnos a formar parte de su alegría, celebrando junto a Él como sus amigos, al haber producido sobre la base de lo que Él mismo nos ha dado: sus talentos. Dios quiere una fiesta y una alegría de corresponsables. De hombres y mujeres que se responsabilizan de lo que pasa en el mundo y de lo que suceda a las personas. Y eso es justamente lo que nos hace copartícipes del Reino.



Podemos terminar con el texto siguiente


Talentos

Hombre que tienes talento, dime, ¿dónde lo compraste? El mundo te reconoce imaginación brillante. Pero, ¿cómo has adquirido, ese don tan admirable?
Tal vez cultivas las ciencias y aun descubrimientos haces. Pero, ¿cómo has poseído esa aptitud envidiable?
Por ventura te consagras al cultivo de las artes, y alcanzas preciados lauros en concurridos certámenes.
Más, ¿elegiste tú mismo, porque estuviese a tu alcance, esa facultad preciosa que el mundo admirado aplaude?
Nada debes a ti mismo: cuanto tienes, cuanto vales. A tu espíritu ha venido de un modo que nadie sabe.
Mas de quien viene sabemos: del que es de las luces Padre: autor de las buenas dádivas, que como quiere reparte. Si todo lo has recibido, de nada debes gloriarte.

viernes, 31 de octubre de 2014



Rezar con los 5 dedos
La oración que enseñó el Papa Francisco

1.El pulgar es el más cercano a ti. 

Así que empieza orando por quienes
estan más cerca de ti. Son las personas más fáciles de recordar. Orar por nuestros seres queridos es "una dulce obligación"

2. El siguiente dedo es el índice.
 Ora por quienes enseñan, instruyen y sanan. Esto incluye a los maestros, profesores, médicos y sacerdotes. Ellos necesitan apoyo y sabiduría para indicar la dirección correcta a los demás.Tenlos siempre presentes en tus oraciones.

3. El siguiente dedo es el más alto. 
Nos recuerda a nuestros líderes. Ora por el presidente, los congresistas, los empresarios, y los gerentes. Estas personas dirigen los destinos de nuestra patria y guían a la opinión pública. Necesitan la guía de Dios.


4. El cuarto dedo es nuestro dedo anular.
Aunque a muchos les sorprenda, es nuestro dedo más débil, como te lo puede decir cualquier profesor de piano.Debe recordarnos orar por los más débiles, con muchos problemas o postrados por las enfermedades. Necesitan tus oraciones de día y de noche. Nunca será demasiado lo que ores por ellos. También debe invitarnos a orar por los matrimonios.

5.Y por último está nuestro dedo meñique,
El más pequeño de todos los dedos, que es como debemos vernos ante Dios y los demás. Como dice la


Biblia "los últimos serán los primeros". Tu meñique debe recordarte orar por tí. Cuando ya hayas orado por los otros cuatro grupos verás tus propias necesidades en la perspectiva correcta, y podrás orar mejor por las tuyas.

jueves, 7 de agosto de 2014

CARTA DE SATANAS PARA TI
Te vi ayer cuando comenzabas tus tareas diarias. Te levantaste sin siquiera orar a tu Dios, en todo el día no hiciste nada de oración. De hecho ni recordaste bendecir tus alimentos. Eres muy desagradecido con tu Dios, y eso me gusta de ti.
También me agradaba la enorme flojera que demuestras siempre en lo que se refiere a tu crecimiento cristiano. Rara vez lees la Biblia y cuando lo haces estás cansado. Oras muy poco y muchas veces sólo recitas palabras que no meditas. Por cualquier pretexto llegas tarde o faltas a tus reuniones de formación.
¡Qué decir de tu tacañería al cooperar en la evangelización o diezmo! Todo eso es útil para mi. No puedo describirte como me alegra que en todo este tiempo en que estás siguiendo a tu Dios, no hayas cambiado tu manera de comportarte. Tantos años y sigues como al principio, crees que no tienes nada que cambiar… me encantas.
Recuerda que tú y yo hemos pasado muchos años juntos y aún te detesto. Es mas te odio porque odio a tu Padre. Solamente te estoy usando para molestarlo. El me echó del cielo y yo voy a utilizarte mientras pueda para vengarme de El.
Mira ignorante, Dios te ama y tiene grandes planes preparados para ti, pero tú eres tan idiota que me has cedido tu existencia y yo voy a hacer que vivas un verdadero infierno en vida. Así estaremos juntos doblemente y esto realmente va a dolerle a tu Dios. Con tu cooperación voy a mostrar quien es realmente él que gobierna tu vida. Con todos los momentos rendidos que nos hemos pasado ….
Hemos disfrutado juntos muchas películas XXX, y ¡qué decir de las veces que hemos ido a los "espectáculos artísticos en vivo!" Aquel día de tu debilidad con aquella personita simpática, qué bien nos la pasamos. Pero más me agrada que no te arrepientes, sino que reconozcas que eres joven y tienes derecho a gozar la vida, no hay duda: eres de los míos.
Disfruto mucho los chistes colorados que dices y que escuchas, tú te ríes por lo gracioso de ellos, yo me río de ver a un hijo de Dios participando en eso. El hecho es que ambos la pasamos bien.
La música vulgar y de doble sentido que escuchas me encanta. ¿Cómo sabes cuales son los grupos que me gusta escuchar?
También disfruto mucho cuando difamas y te revelas contra tu Dios, me siento feliz cuando te veo bailando y haciendo ese tipo de movimientos que tanto fascinan, ¡cómo lo disfruto! Ciertamente cuando vas y te diviertes sanamente, me desilusionas, pero no hay problema siempre habrá otra oportunidad.
Hay veces que me haces servicios increíbles cuando das malos ejemplos a los niños o cuando les permites que se desvíen de su inocencia, por medio de la televisión o cosas por el estilo. Son tan perceptivos que fácilmente imitan lo que ven. Te lo agradezco mucho.
Lo que mas me agrada es que rara vez tengo que tentarte, casi siempre caes por tu cuenta. Tu buscas los momentos propicios, tu te expones a situaciones peligrosas, tu buscas mis ambientes, si tuvieras algo de sesos cambiarais de ambiente y compañías recurrirías a los sacramentos y entregarías realmente tu vida al que dices llamar "tu Dios" y así vivirías el resto de tus años bajo la guía del Espíritu Santo.
No acostumbro enviar este tipo de mensajes, pero eres tan conformista espiritualmente que no creo que vayas a cambiar. No malentiendas aún te odio y no me interesas en lo más mínimo. Si te busco es porque me agrada como tu manera de comportarte hace quedar en ridículo a Jesucristo.
Tu enemigo que te odia,

Satanás.

sábado, 26 de julio de 2014

Busca a Dios: Las Críticas y las personas 27-07-14

Las críticas y las personas


A muchas personas les satisface criticar, estarán presentes siempre en nuestras vidas. Esas críticas hay que saberlas identificar, si son constructivas o destructivas. Sabemos que las constructivas son esas que llevan consigo la intención de hacerte mejorar como persona. Sin embargo, las destructivas poseen malas intenciones y su objetivo es hacerte daño.

En cualquier momento alguien te dirá qué estás haciendo mal y cómo puedes hacerlo mejor. En ese caso, es necesario que realicemos un autoestudio y analizar en qué fallamos. Aquellos que emiten críticas destructivas, son quienes están ciegos a sus propias faltas, sino no criticaran.

Entonces no es el qué, es el cómo se hace la crítica. Esto amargará tu espíritu y alterará tu estabilidad emocional.

Es necesario encarar la crítica sin caer en discusiones. También cuando acudimos a la iglesia, lidiamos con personas que forman parte del sistema religioso y que creen tener la verdad absoluta, adjudicándose la facultad de la perfección. Esto es pecado.

Lo que debemos hacer es detenernos, procesar las críticas y analizarlas. Ver si están bien fundamentadas. Si tenemos algún conocido que, generalmente, lance críticas destructivas, siempre esté pendiente de las fallas y nunca de las cosas buenas, lo mejor es alejarse de dicha persona. Pues su actitud siempre está basada en juicios precipitados.

No podemos ser tan soberbios, recordemos que criticar va en contra el amor al prójimo. La crítica es un pecado romano 14.1, dejemos de juzgar, no discutan cuando no están de acuerdo. Jesús nos habló, en su momento, de la hipocresía.          

La hipocresía es un término muy fuerte, la diferencia entre la hipocresía y la crítica, es cuando criticamos a los demás nos estamos colocando en el papel de Dios porque estamos juzgando a nuestros semejantes. Las críticas negativas causan preocupaciones cuando son consecuentes.

Por naturaleza les gusta ver las fallas en los demás para sentirse mejor, y si no corrigen esa mala costumbre se creerán la octava maravilla del mundo.

La estilla es un fragmento pequeño de madera, bien engorroso y causa molestias. Es como tener una basurita en el ojo. El tronco es la estructura principal, el sostén de la construcción. Esto quiere decir que la crítica puede ser el sujetador encargado de acumular la negatividad en las personas. Por lo tanto, debemos estar más conscientes e identificar a los criticones.

La crítica envenena el alma, y ésta se reproduce por otra, Mateo 7.14. Si sustituye la palabra juzgar por criticar, provocará más reacciones, ocasionando recibir más de lo que se emite.

Lucas 6: 36: la crítica provoca ser criticado de Dios. Nada más perderá la gracia hasta que te arrepientas, Mateo 6.14. Perdemos las bendiciones de dios, cuando acumulamos obstáculos en nuestras vidas

Santiago 1: 12, muchos dirán que Jesús criticó a los fariseos y es verdad los llamó serpiente. Lucen por fuera hermosos y por dentro huesos de muertos, es que realmente Dios criticaba a los fariseos porque condenaban todo el tiempo a Jesús, y castigó solamente a las personas que criticaban.

Hermanos no se critiquen los unos a los otros. Qué derecho tienes de criticar si con el tiempo te cegarás de lo bueno y robarás la alegría de esa persona. La marca del buen oyente es el amor al prójimo. Timoteo 1.5 la biblia nos pide más amorosos y menos criticones para seguir el ejemplo de Jesús. Dios da paz.


En vez de criticar, oremos por esa persona para que Dios la ilumine y no para que Dios le dé su merecido. Sanemos nuestros corazones de esta manera. Note y espere lo mejor, esta es la ley del amor. Así Dios nos trata y espera que lo hagamos de la misma manera con los demás. Y lo más recomendable siempre será contactar y hablar con la persona de manera compasiva, que haya una conversación amena. Que intercambien opiniones respetándose el uno al otro. Aliénese y ámense los unos a los otros. Dios los bendiga.


Redactado por Héctor Colina