Cuatro clases de abusos que contaminan, enferman o rompen
al niño en nosotros
EL ABUSO EMOCIONAL: Cuando un niño
o niña tienen que asumir las necesidades
del papá o mamá. Un niño al que, desde muy temprana edad se le exige que
sea el “papaíto” de la casa. Sea porque el padre ha muerto o ha abandonado el hogar, éste tiene que
asumir el rol, ya que la mamá transfiere, aun inconscientemente, ciertas de sus
necesidades de responsabilidad y de autoridad a este niño y por eso crece muy
prematuramente.
Ocurre también lo
contrario cuando un padre no recibe el
cariño o cualquier otra cosa que el necesite de su esposa y no necesariamente en lo sexual, entonces
proyecta sobre su niño estas necesidades.
EL ABUSO SEXUAL: que no es solamente un abuso físico, sino también
puede ser psicológico. Ejemplo, padres que verbalmente comparten aspectos
sexuales de sus problemas conquistas o infidelidades. Los papas que llevan a un
hijo a un burdel, para que conozcan cómo es eso. Eso es un abuso sexual no es
ninguna ayuda para ese hijo "hombrecito".
EL ABUSO FÍSICO: es probable que en esos sucesos dramáticos que se
producen durante la infancia, tales como los abusos físicos o la malnutrición, alcancen al desarrollo y al comportamiento de una forma negativa.
Qué triste es la
realidad como se disciplina el niño. Creemos que la disciplina es a través de los golpes y gritos. Eso es
violencia y abuso físico. Así nos
criaron y así como somos malsanos más
violencia. La disciplina no es un castigo es un aprendizaje.
EL ABUSO SOCIAL: Cuando el niño no es aceptado por ser quien es: “Yo
soy pobre”, “Yo soy negro”, “Yo soy indio”, “Yo soy blanco”, “Yo soy rico”. O
sea la cultura y la sociedad no aceptan
al niño y eso es también es abuso. Hay un rechazo, por ejemplo: El hijo de
padre norteamericano y madre panameña.
Siempre se va a sentir afectado cuando se hable mal de los gringos, de igual
manera cuando se hable mal de los
latinos.
Es la explotación infantil la cual causa
indignación social. Por desgracia, en la actualidad, la pobreza y la escasez de
recursos económicos obligan a millones de niños
de los países en vías de desarrollo a vivir en condiciones infrahumanas.
En países de América, Asia y África, la explotación de mano de obra infantil
sigue siendo un fenómeno corriente.
El contenido de esta
información confirma lo esencial que es criar a nuestros hijos, de darle una
buena educación para su salud mental, para cuando lleguen a ser adultos no
tengan traumas ni complejos en sus vidas
cotidianas.
Y si como padres hemos
caído en estos errores, esto debemos hacer espiritualmente:
Y recordé el Salmo
102:
El
Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo;
no nos trata como merecen
nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo;
no nos trata como merecen
nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.
Así
debemos de ser nosotros semejantes a Jesús compasivos y humildes perdonando
siempre y evitando cometer estos errores de generación en generación para
evitar el odio y el rencor en nuestros corazones. Debemos perdonar de corazón.
Hasta el punto que el pasado toque nuestros hombros, sin dejarlos entrar en
nuestro presente con esos recuerdos dolorosos.
Además
tratemos de que nuestros desordenes espirituales y egoísmos no sean las reglas
de conductas que formemos a nuestros hijos (Roma 8: 9.11_13). Más bien en
nuestras acciones viva el Espíritu de Dios de hacer el bien sin importar a
quien.
Recuerda
que si ya no sabes qué hacer y te sientes cansado, te regalamos la sanación a
través de la palabra de Dios Mateo 11:
25-30:
Vengan
a mi todos los que están fatigados y
agobiados por la carga y yo los
aliviare. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mi, que soy manso y humilde
de corazón y encontraran descanso,
porque mi yugo es suave y mi carga ligera.
Te damos gracias Dios por la familia que
me has regalado, te pido perdón porque no la he valorado y hemos perdido entre
nosotros los valores de respeto, compresión, amor tolerancia.
En nombre de Jesús te pido que ates a los
pies de la santa cruz todos los malos entendidos, peleas, inmoralidades,
drogas, vicios, alcohol, infidelidades, maltratos, golpes físicos y verbales
que me hayan dejado traumas en mi
corazón y en el consciente subconsciente y limpiame. Jesús mi corazón con el
agua de tu costado que derramaste en la Santa Cruz para recuperar mi salud
emocional, mi familia que estaba
dividida.
Amen
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