Sanación desde la conciencia
Las personas que buscan remediar sus enfermedades,
deben ir con mucha fe a su interior para poder sanarla. En caso de padecer
alguna enfermedad “incurable”, debe tener en cuenta que in-curable quiere decir
“Curable desde el interior, desde nuestra conciencia”.
Cuando una persona
sufre un desequilibrio en su interior más profundo a nivel psicológico o
mental, se manifestará en su cuerpo como un síntoma o una enfermedad física o
psíquica. Un síntoma o una enfermedad
es un toque de atención, nos están avisando de que prestemos atención,
porque algo erróneo está pasando. Es un mensaje del alma, un aviso del
universo, es hora de hacer un cambio en nuestra vida.
¿Con qué ojos sueles mirar la
realidad?
El síntoma o la enfermedad son procesos físicos visibles de un estado
nuestro psicológico invisible. No es un monstruo al que debamos eliminar, es sólo un sistema de alarma
que se ha puesto en funcionamiento, es una lucecita roja que se ha encendido,
avisándonos de que algo en nuestro interior no anda del todo bien.
De la misma forma que
tampoco hay que eliminar la fiebre,
sólo controlarla, que no sobrepase los 40º. La fiebre en realidad nos cura,
hace que el metabolismo de todo nuestro cuerpo se intensifique de tal forma que
quema todas las toxinas, virus, bacterias o todo tipo de desechos metabólicos
que ensucian nuestro medio interno. La fiebre en realidad, no sólo está
acelerando el proceso de curación, sino que nos está sanando.
Para curarnos lo que hay que hacer es investigar en nuestro interior más
profundo y buscar la causa de la enfermedad. Hay que apartar la mirada
del síntoma o de la enfermedad y buscar más allá. Ir al origen, ir a la raíz
del problema.
La enfermedad sólo tiene un fin,
ayudarnos a reparar nuestras faltas, errores o carencias. La enfermedad en
realidad es el camino hacia la curación. De hecho, saca al exterior lo que
estaba escondido y oculto.
Es necesario un auto-examen
Si hacemos examen de conciencia,
finalmente descubriremos la parte positiva que nos aporta la enfermedad. Si realmente
queremos curarnos, deberemos sincerarnos con nosotros mismos y llevar estas
faltas o carencias a nuestra conciencia, reconocerlas como tal.
Muchas veces el problema no es
tener faltas, defectos o carencias, sino no darse cuenta de ellos. Reconociéndolos,
tenemos hecho la mitad del camino. Todo el mundo ve los defectos de los demás,
pero ¡qué difícil es ver nuestros propios defectos!
Generalmente, las personas con las que interactuamos
son espejos de nosotros mismos. Aunque nosotros nos veamos muy
diferentes a ellas, en el fondo no lo somos. La sinceridad para con uno mismo es una de las más difíciles
peticiones que nos podemos hacer.
El síntoma y la
enfermedad ponen en evidencia cuestiones reprimidas y mantenidas ocultas, y por
tanto nos hacen sinceros. El ser humano tiene que aprender a comprender lo que
la enfermedad viene a decirle.
“Cada trastorno,
molestia o síntoma que ocurre en nuestra vida significa que hay una necesidad
no cubierta.”
Las enfermedades y sus
trasfondos
Debemos descubrir
cuáles son esas necesidades. Y descubrir las pautas mentales causantes, la
mayoría de las veces suelen ser rabia, crítica, auto-crítica, resentimiento,
culpa, problemas afectivos, agresividad sin canalizar, problemas sexuales y
todo tipo de pensamientos y emociones negativas.
Las personas
con enfermedades cardíacas suelen
ser personas que algo las ha obligado a cerrarse a la intimidad y al amor. Han endurecido
su corazón. Y sólo se rompe un corazón duro. Estas personas que no escuchan a
su corazón, que sólo se dejan llevar por la razón y la mente, acaban padeciendo
alguna enfermedad del corazón. Finalmente el corazón toma el mando, y acaban a
la fuerza prestando atención a su corazón.
Los enfermos de cáncer suelen ser personas que
mantienen algún tipo de resentimiento de larga duración, o problemas
emocionales pendientes con el pasado, que los hacen sentirse profundamente
heridos.
Cada enfermedad tiene, tal vez, un por qué y sus razones.
Ø
La anemia está
relacionada con una falta de alegría ante el proceso de la vida misma y con un
sentimiento de no valer.
Ø
Aquellas personas con hipoglucemia perciben
la vida como una carga y se sienten abrumadas por esa pesada carga. Hay una
forma correcta de comer, basada en la adecuada proporción de hidratos carbono,
proteínas y grasas que si la ponemos en práctica nos ayudará a solucionar este
problema.
Ø
Las personas con diabetes
(hiper-glucemia) tienen un afán no reconocido de realización
amorosa y no son capaces de aceptar y abrirse al amor. El amor y lo dulce
tienen una estrecha relación. El niño disfruta con el dulce, está en un periodo
de su vida, en que necesita mucho amor. Y un adulto con carencias afectivas
tenderá a darse un gusto con un dulce o con la comida en general, intentando
compensar esa carencia.
Ø
Enfermedades artríticas suelen
ser muy críticas con ellas mismas y con los demás, tienen una tendencia
obsesiva a fijarse en lo negativo de la vida y de las personas. Y eso no hace
sino que empeorar su mal. No se sienten amadas.
Ø
Quienes padecen de un colon
irritable suelen tener miedo a relajarse, y sienten inseguridad. La
crisis persistente detos, en realidad es un deseo de ladrar al mundo, deseos
que ser escuchado y tenido en cuenta.
Ø
Las personas con vértigo tienen
una obstinada negativa a mirar, porque lo que ven no les agrada. Sus pensamientos
están dispersos, van y vienen.
Ø
Las personas con problemas de tiroides, sienten que no pueden nunca hacer lo que desean, además
de un sentimiento de humillación.
Ø
Acné juvenil: es la atracción y el miedo al
instinto recién despertado de la sexualidad. No aceptación de uno mismo.
Ø
La conjuntivitis está
muy relacionada con actitudes de enfado y frustración con lo que se ve en la
vida.
Ø
Migrañas: las pueden producir muchos factores, desde un
estreñimiento, tensión nerviosa, stress, ayuno, intolerancias y alergias ante
un alimento, insatisfacción sexual (falta orgasmos), resistencia ante el fluir
de la vida, auto-critica, invalidación de uno mismo, miedo.
Ø
Problemas en la garganta,
laringitis, afonía: furia que impide hablar, impulso tremendo a hablar e
incapacidad y miedo de hacerlo.
Ø
Amigdalitis: miedo, rabia, emociones y
creatividad reprimidas, la persona no puede ser ella misma.
Ø
Enfermedades pulmonares: mediante la respiración
todos estamos en contacto, respirando el mismo aire. Por muy deseosos que
estemos de encerrarnos en nosotros mismos, la respiración nos obliga a mantener
la unión con los demás.
Los pulmones representan la capacidad de comprender e inspirar la vida. Son el contacto, la relación y la comunicación con el entorno. Aflicción, depresión, miedo de inspirar la vida. Sensación de no ser digno de vivir plenamente, problemas de contacto y libertad.
Los pulmones representan la capacidad de comprender e inspirar la vida. Son el contacto, la relación y la comunicación con el entorno. Aflicción, depresión, miedo de inspirar la vida. Sensación de no ser digno de vivir plenamente, problemas de contacto y libertad.
Ø
Asma: problemas de contacto, roce y relación. Miedo.
Ø
Pulmonía, neumonía: heridas emocionales sin
cicatrizar, no se permite su curación. Cansancio de la vida. Enfado. Bronquitis,
ambiente familiar conflictivo, peleas, gritos. Falta de comunicación, silencio.
Ø
Dolores, en general: sentimiento escondido de culpa. La culpa
busca castigo y el dolor es el castigo. Resistencia a lo que es. La resistencia
crea más dolor. Algo necesita un cambio.
Ø
Enfermedades sanguíneas: las personas con este tipo de
problema suelen padecer o haber padecido de problemas y conflictos familiares
graves.
Ø
Las personas con sobrepeso suelen
tener sentimientos de miedo y se suelen sentir desprotegidas, en muchos casos
suelen ser personas con carencias afectivas e insatisfacción sexual. La comida
se convierte en un paliativo de su insatisfacción, del tipo que sea.
Ø
El sobrepeso también lo favorece la soledad, el aburrimiento, la
tristeza, el rechazo, un sentimiento de fracaso, la sensación de impotencia, y
las ideas negativas. La única dieta efectiva es la abstención de pensamientos
negativos. Muchas veces engordan más los remordimientos por el alimento que te
estás comiendo, que el alimento en sí. Porque si tú crees que te engorda, ten
seguro que lo hará. Creer es crear.
Ø
Depresión: sentimiento de desesperanza. La
agresividad no expresada o canalizada, se re-dirige hacia dentro, temor tanto a
la vida como a la muerte. La agresividad hacia uno mismo, alcanza su máximo en el suicidio. Sentimiento de culpabilidad,
baja auto-estima, ideas y pensamientos negativos recurrentes.
Ø
Depresión y ansiedad, distintas manifestaciones de la
misma enfermedad. Pensamientos y creencias negativas. Se tiende a proyectar la
mente en el futuro, lo que no nos permite vivir el presente. La preocupación y
el sufrimiento psicológico, es un camino directo a la enfermedad. La fiebre de
la prisa, aumenta la ansiedad.
Ø
Angustia: miedo de la vida, falta de confianza en el proceso
de la vida. Resistencias, falta de fluidez. Pensamientos negativos.
Ø
Apatía: negativa y resistencia a sentir, porque no agrada lo
que se ve y se siente. Miedo.
Ø
Problemas de espalda: se suele sentir una falta de
apoyo en la vida. Suelen ser personas que se sobrecargan de trabajo y presión,
más de la que pueden aguantar. Y sienten este exceso de tensión en forma de
dolor de espalda. Cargar demasiada responsabilidad sobre nuestras espaldas
revela un afán oculto de grandeza o quizás un complejo de inferioridad.
Ø
En la parte superior es
un sentimiento de falta de apoyo emocional. Sensación de no ser amado.
En la parte media, sensación de llevar una pesada carga, atascamiento en el pasado. Las personas con dolores en la parte baja de la espalda suelen padecer constantes problemas económicos en su vida, o al menos esa es la percepción que ellos tienen. Sienten una falta de apoyo económico.
En la parte media, sensación de llevar una pesada carga, atascamiento en el pasado. Las personas con dolores en la parte baja de la espalda suelen padecer constantes problemas económicos en su vida, o al menos esa es la percepción que ellos tienen. Sienten una falta de apoyo económico.
Ø
Tortículis: falta de flexibilidad en
nuestras opiniones y forma de ver la vida, rigidez de pensamiento. Terquedad.
Ø
Problemas de estómago:
incapacidad de digerir, asimilar lo nuevo en nuestra vida. Temor a lo nuevo. Falta
aceptación.
Ø
Indigestión: miedo visceral, terror,
angustia. Quejarse por todo.
Ø
Estreñimiento: temor a soltar. Sentimiento de
falta y carencia. Negativa a abandonar viejas ideas. Tacañería. Mezquindad.
Ø
Hemorroides: rabia por el pasado, temor a
soltarse, sensación de carga.
Ø
Problemas en las articulaciones:
representan cambios en la orientación de la vida, y la dificultad con que se
llevan a cabo. Resistencia al cambio. Los cambios producen miedo.
Ø
Los riñones son
la sede de la convivencia y de la comunicación con el prójimo. Los dolores y
afecciones de los riñones se presentan cuando hay problemas de convivencia,
problemas de relación con nuestros semejantes.
Ø
Vejiga de la orina: ante determinadas situaciones
que nos producen tensión psicológica, experimentamos una necesidad de vaciar la
vejiga. La tensión que se experimenta a nivel mental, acaba manifestándose en
el plano físico, a través de la vejiga.
Ø
Hepatitis y problemas de hígado: es la sede de la rabia,
ira, indignación y agresividad reprimida. Miedo y resistencia al cambio.
Ø
Problemas menstruación:
rechazo de la feminidad, culpa, temor. Relacionar genitales con sucio y
pecaminoso.
Ø
Menstruaciones abundantes: se
deben a que la mujer está sometida a un estrés emocional excesivo, combinado
con la creencia de que no tiene ningún poder de elección en su vida y de que
sus opciones están controladas por otros.
Ø
Problemas de la menopausia: miedo a envejecer, miedo a
dejar de ser deseable, sensación de cualquier tiempo pasado fue mejor. Amargura
por las oportunidades perdidas. Rechazo de una misma.
Ø
Hipertensión: personas que tienen un
conflicto, pero que no lo afrontan. Viejo problema emocional no resuelto. Indicio
de agresividad reprimida. Rehúyen los conflictos.
Ø
Sida: amor y sexo deben ir juntos, tienen que estar en
equilibrio, si no, no es posible alcanzar la unidad. Disociación entre amor y
sexualidad. El amor no vivido, pasa al subconsciente, y a la larga se
manifiesta en el cuerpo en forma de destrucción de las defensas del organismo. Amor
es apertura, vulnerabilidad, entrega, unión. Amor no vivido en el plano
espiritual, se vive en el plano físico con una aniquilación de las defensas
físicas.
Ø
Accidentes: incapacidad de hacerse valer,
rebelión contra la autoridad. Problemas no resueltos. Son aprendizajes
forzosos.
Los accidentes a pesar de venir de fuera, están íntimamente ligados con nuestro interior. Por la ley de resonancia no podemos entrar en contacto con algo con lo que no tengamos nada que ver. La propensión al accidente existe para un determinado tipo de personas. Es una parada en nuestra vida, que debemos investigar. De esta nueva situación deberá surgir algo nuevo, una nueva orientación.
Los accidentes a pesar de venir de fuera, están íntimamente ligados con nuestro interior. Por la ley de resonancia no podemos entrar en contacto con algo con lo que no tengamos nada que ver. La propensión al accidente existe para un determinado tipo de personas. Es una parada en nuestra vida, que debemos investigar. De esta nueva situación deberá surgir algo nuevo, una nueva orientación.
El poder de la mente
Nosotros somos responsables en un
porcentaje muy alto de nuestra salud y de nuestra enfermedad. Pero esto no se
tiene que percibir de forma negativa, sino todo lo contrario, hay oculto un
mensaje positivo.
De la misma forma que tenemos el poder de crearnos una enfermedad,
tenemos el poder de curarnos esa enfermedad.
Nuestra mente es tremendamente
poderosa, nos puede hundir y enfermar pero al mismo tiempo nos puede salvar y
curar. Sólo de nosotros depende. Dentro nuestro, en nuestro interior más
profundo, existe un lugar desde el cual todas las cosas son posibles.
Adopte actitudes positivas
Es responsabilidad de cada uno de
nosotros, el buscar, indagar, cuestionar, perseverar hasta poder encontrar el
mensaje, la enseñanza valiosa que se oculta en cada situación, suceso,
vivencia, circunstancia, síntoma y enfermedad. Cada vez que veamos un defecto en
otra persona, deberíamos hacernos un examen de conciencia, y cuando seamos
capaces de ver nuestros propios defectos, sentiremos más comprensión ante los
defectos de los demás.
Otra práctica de
crecimiento interior es centrarnos en encontrar virtudes en el
prójimo, en lugar de enfocarnos en sus defectos. Si verdaderamente lo
intentamos de corazón, las descubriremos. Ya que todos, absolutamente todos,
somos un compendio de defectos y virtudes. Es sólo cuestión de cambiar nuestro
enfoque, en vez de mirar lo negativo, mirar lo positivo. La cara siempre
mirando a la luz, y de espaldas a la oscuridad.
En la vida no todo es blanco o
negro, hay una gama infinita de grises. Necesitamos cuidar bien nuestro pensar
y sentir. Hay que tener una actitud mental positiva ante nosotros mismos, hacia
los demás y hacia la vida en general. Y sentirnos conectados espiritualmente. Si
realmente queremos una vida dichosa, deberemos tener pensamientos dichosos, lo
cuales crearán emociones dichosas.
Seamos conscientes y
responsables
Tenemos que aprender a observar a
las personas y a los hechos sin que nuestro ego automáticamente cree un juicio
de aprobación y conformidad o bien de condena o repulsa. A todos nos resulta
tremendamente doloroso asumir nuestra responsabilidad total en nuestra vida,
nuestras circunstancias y situación de vida. Y siempre tendemos a evadirnos de
esa responsabilidad y buscar la culpa en el exterior.
Sentirnos conectados
espiritualmente es saber que algo muy superior a nosotros guía nuestros pasos. Que
nada es casual, que todo tiene un porqué.
El azar y la casualidad no existen.
Todo lo que nos pasa, todo lo que acontece en nuestra vida es por algo, tiene una razón de ser. Lo único permanente, que perdura más allá de la tumba, es la conciencia. Porque nuestro cuerpo desaparecerá, al igual que nuestros pensamientos, emociones, sentimientos, nuestra mente, nuestra personalidad, nuestro ego. Sin embargo, dentro nuestro, en nuestro interior más profundo, está nuestra esencia real, la que es eterna, inmutable, permanente, la que no puede ser destruida jamás.
Todo lo que nos pasa, todo lo que acontece en nuestra vida es por algo, tiene una razón de ser. Lo único permanente, que perdura más allá de la tumba, es la conciencia. Porque nuestro cuerpo desaparecerá, al igual que nuestros pensamientos, emociones, sentimientos, nuestra mente, nuestra personalidad, nuestro ego. Sin embargo, dentro nuestro, en nuestro interior más profundo, está nuestra esencia real, la que es eterna, inmutable, permanente, la que no puede ser destruida jamás.
Cuando nuestro cuerpo, mente, emociones y acciones estén en armonía será
cuando estemos en sintonía, en un óptimo estado vibracional y, por tanto, se manifestará una salud
plena. La única forma de empezar a controlar nuestra propia vida es controlar nuestra forma de ver la vida, nuestra
forma de pensar y de sentir,
y así controlaremos nuestra palabra y nuestras acciones. Todo lo que pensamos y
creemos, justamente va creando nuestro destino y futuro.
Todos nuestros problemas no son más que oportunidades para crecer
interiormente, la mayoría de ellos
proceden de las vibraciones que hemos estado emitiendo en el pasado.
¿Quieres cambiar tu futuro?
El único camino posible es trabajando desde el presente, aquí y ahora.
Si cambias tu presente, cambiarás tu futuro.
Si cambias tu presente, cambiarás tu futuro.
El mayor negocio que
existe es el negocio de la enfermedad. No dejes tu salud en manos de otros,
responsabilízate tú mismo. Recordemos que la única forma de curar una
enfermedad incurable es desde nuestro interior más profundo.
Para sanar es esencial ver y reconocer la verdad acerca de nosotros
mismos, acerca de nuestra participación en la creación de nuestra vida y acerca
de cómo nos relacionamos con los demás.
Redactado
por Héctor Colina
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